Todo lo que fuimos

Desde la primera vez que oí hablar sobre este libro quedé encantada, no sólo por el nombre del título sino por lo que escuché hablar de él.

Me cautivó pensar en cómo alguien puede liberar todas sus emociones escribiendo.

Dichosas son las personas que pueden crear historias a través de la imaginación y de los sentimientos guardados, y no sólo eso, sino trasmitírselo a otras personas, hacer que alguien pueda sentir lo que tú estás sintiendo. Leer este libro fue como una aventura, desde momentos agradables y llenos de amor y de alegría a momentos tristes, llenos de soledad y lágrimas. Gracias al autor de esta magnífica historia puedes ver el amor desde una perspectiva muy diferente a la que acostumbramos.

Te sumerges en una historia llena de aventuras, te transportas a las bellas calles de Madrid donde el amor de estos dos personajes crece día a día, un amor que te hace creer que será duradero y  sano, sin corazones rotos, pero en un momento la historia da un giro de 180 grados, el amor se va desvaneciendo junto con los recuerdos más preciados de esta pareja,

“¿Llegará el día en el que tus ojos se irán de mí?

                                  Estoy aterrado.

    Amanece una y otra y otra y otra y otra vez

  y el naranja del cielo va borrando tus colores.

¿Habrá alguien que te quiera como yo te quise?

Prometimos que mañana haríamos las cosas bien

                               y mañana ya es hoy.”

El libro te enseña que en el amor se gana muchas veces, pero tristemente también se pierde, es parte de la vida, es verdad que el amor está en todos lados, desde una mujer embarazada esperando a su pequeño bebé hasta un abuelo caminando por el parque acompañado de su nieto.

En la vida todo tiene que ser mutuo, dar la cantidad de amor que corresponde a cada persona que rodea tu vida, habrán momentos en los que entregarás el corazón a la persona equivocada pero de eso se trata el crecer, de descubrir nuevas sensaciones y nuevas emociones.

“Un helado.

¿Recuerdas cuando te compré aquel helado? Lo pedí en vaso cuando tú lo querías en cono. Ahora me doy cuenta de lo que somos, de lo que hacemos. Nos damos amor no de forma incorrecta, pero tampoco en la forma en la que esperamos. Aprendimos a amar con nuestros errores.”

Esta cita es del libro, al principio no lograba entenderla pero con el paso del tiempo comprendí que todos amamos, pero no de la misma forma.

Te deja una gran enseñanza, no tengas miedo de amar, no tengas miedo de demostrar quién eres y cómo eres, siempre habrá alguien que te encuentre perfecta.